COMO TRABAJAMOS
La construcción industrializada se basa en un proceso de fabricación de edificios de todo tipo y uso, divididos en “módulos”, cuyo tamaño varía en función de la distribución y características de la edificación. Es decir, una estructura concebida en forma de mecano, con los interiores totalmente equipados y terminados que se adapta al transporte terrestre o marítimo, según el caso.
Difiere de la construcción tradicional en el uso preferente de estructuras metálicas o de madera, siempre más rigurosas en cuanto a calidad y medidas, más ligeras y adaptables, en sustitución de los elementos estructurales de hormigón tradicionales (más pesados y de ejecución no siempre fiable), y en la realización, según el caso, de un 80 a un 100 por ciento de los oficios (albañilería, instalaciones, acabados, etc.) en fábrica.
La construcción en fábrica elimina las dificultades que generan las inclemencias del tiempo, aumenta los niveles de seguridad de los operarios y permite realizar los trabajos de forma planificada y continua, consiguiendo una reducción drástica del plazo de entrega de la obra en condiciones de uso.
La adecuada distribución de las infraestructuras y el empleo de canalizaciones y soluciones técnicas para alojar las instalaciones, hace posible la reforma de las mismas sin tener que realizar ningún trabajo destructivo sobre la estructura o tabiquería del edificio.
Finalmente, la construcción industrializada reduce el impacto en el medio ambiente, construyendo de forma más sostenible desde el punto de vista medioambiental, económico y social. |